Otra Mente Brillante Arruinada por la Educación

3 feb 2010

El Primer Paso Marca el Ritmo


En el momento en que levantábamos las copas para brindar, de las 11 59 del 31 de diciembre a las 12 del 1 de Enero, casi como si nos estuvieran espiando para agarrarnos in fraganti, se apagaron todas las luces en la casa de mis suegros.
Mi suegra lanzó una puteada, alguien dijo de ir a buscar las velas y cuando ya nos separábamos a tientas para ocuparnos de todo, por arte de biribirloque, plaf todas las luces volvieron a encenderse.
Alguien, el mismo de las velas probablemente, comentó que debía de haber sido una subida de presión que saltó los tapones o alguna huevada así y todos, aliviados de no haber tenido que salir corriendo a buscar las benditas velas, levantamos nuevamente las copas, para ser coartados nuevamente por un apagón general.
Mi suegra puteó nuevamente, que ahora que lo pienso se ve estaba un poco tensa, y ahí nos empezamos a preocupar un poco - no por mi suegra, por la electricidad - que a los dos segundos volvió con un crujido audible, llenando de vuelta el mundo con ese zumbido subsonoro y peremne que nos rodea.
Nos miramos por un momento, un tanto confundidos, tratando de encontrar la explicación, cuando mi suegro, la proverbial bombita prendiéndose sobre su cabeza - a la misma vez que las luces se apagaban en toda la casa otra vez -, murmuró algo sobre "Zeke y la con..." y, en el momento en que se hizo la luz again, partió de la mesa en dirección al cuarto de la TV.
Veloces salimos todos atrás suyo, para quedarnos inmóviles cuando la oscuridad cayó violenta. La voz de mi suegra - sin putear esta vez - explicó indignada que Zeke había tomado la mala costumbre de subirse al sillón y alcanzar la caja de los fusibles, donde se divertía subiendo y bajando la térmica.
La luz volvió y yo aceleré el paso, para congelarme al siguiente apagón. Luz, movimiento, oscuridad, inmovilidad, en una repútisima versión de juego Congelados.
Llegamos en malón - un malón fracturado y por tandas, pero malón al fin - al cuarto y efectivamente, ahí estaba el demonio de niño, trepado al respaldo del sillón, la mano dentro de la caja de los cables, mirándonos entrar con una sonrisa feliz de oreja a oreja, mientras el resto de los locos bajitos le hacía corro de lejos, para no quedar pegados cuando llegara la ley - porque todos saben que en estos casos la justicia suele ser veloz y pesada.
Ni bien lo avisté, apagó la luz y yo me quedé quieta para no pisar a nadie. La luz se prendió, di un paso y Zeke la apagó de vuelta, los intervalos cada vez mas cortos, el chico cada vez mas frenético, los ojos cada vez mas grandes, al darse cuenta de que la joda se le acababa y se le venía encima la noche.
Para cuando llegué hasta él, entre gritos, amenazas, tropiezos y apagones, a medio camino entre la furia callada y la carcajada atragantada, lo bajé de un brazo y lo reté hasta dejarle la oreja morada, mientras los adultos, que ya habían abandonado el juego, hablaban sobre su educación, sobre los peligros de la electricidad y lo caro que estaba el jamón.
Los hijos a veces...
Después de este breve interludio - recuperemos la calma, pongamos a los chicos a ver televisión una vez mas, encintemos la caja cuestión de que nunca nadie jamás pueda volver a abrirla -, volvimos a la mesa y logramos brindar, aun cuando tengo que decir, ya pasaban varios minutos de las doce. Esto me hace pensar en cómo vendrá la cosa, porque si bien enero estuvo bien, todavía nos quedan 11 meses para contar, y si este cuento da la pauta de como va a seguir, el resto del año va a estar lleno de gente con la mano en la térmica tomándonos pa`la chacota.

9 comentarios:

zorgin dijo...

está Ud hablando de su crío, de filosofía o de política?

Damaduende dijo...

Un poco de todo, Don Zorgin, un poco de todo...

Marina dijo...

quizás zeque esté ayudando a ro en el tema de la máquina del tiempo, midiendo el voltaje y esas cuestiones imprescindibles para que la cosa funcione

Damaduende dijo...

Puede ser, puede ser, al cabo que son mugre y uña esos dos. No cuesta nada imaginar a uno haciendo pruebas piloto para la otra...

Lala dijo...

Ohhh, pero tiene edad para recordarlo cuando crezca? Porque eso es lo bueno! Poder contarlo!
Jajajajaja!
Una vez me escapé de casa antes de cumplir los 2 años. 20 minutos desaparecida en la calle, en pijama y cayendo la lluvia del cielo...Mi madre dice que 20 minutos pueden ser una eternidad según qué casos...
Desde entonces pusieron candado a la puerta de la verja de mi casa.
Sólo lo recuerdo porque me lo cuentan, además con los ojos salidos de las órbitas! Mmm...
Niños!
Y adultos! Que no ponen candados!
XD


Un beso



Lala



P.D. Algunas de las canciones que tienes en eso de "dar gracias por la música" están también en mi banda sonora! :D La de Vanesa Martín la tengo ahora, qué coincidencia! Es por eso que has llegado a mi espacio? De cualquier manera, bienvenida y gracias! :D

Damaduende dijo...

No, es muy chipitito para recordarlo. Pero creeme que va a ir al anecdotario de cabeza el cuento, asi que va a ser un recuerdo compartido nomás, como el tuyo de los 20 minutos debajo de la lluvia... Pero al cabo que la mayoría de los recuerdos son eso, el recuerdo de la última vez que lo contaste sumado a la imagen cada vez mas borrosa de lo que Realmente sucedió :)
Llegué a tu blog siguiendo un link de alguien mas, y me quedé. Y tenemos la misma banda sonora porque descubrí en tu lista canciones que siempre me gustaron y pienso que tu idea de compartirlas es buenísima asi que, con perdón del robo de la idea, decidí hacer lo mismo, pero con mi propia lista... salvando honrosas excepciones que ameritan realmente estar en la lista de todos.

Dosto dijo...

Hablando de cuestiones eléctricas, mi peque ayer salió del baño, quería cambiarse en el sillón del living a lo que le respondimos a coro con marido: noooo!! andate al cuarto.
Ahí partió en bolas, todo mal secado con la toalla, cuando sentimos un chispazo y él que viene con cara de pollito mojado (o debo decir frito??) diciendo que le había pegado una patada..
Corrimos al cuarto y efectivamente el tripe que había enchufado debajo de la llave de la luz había perdido su cubierta y estaba con todos los alambres pa fuera, horrorespanto!! casi se nos queda pegado!!! todo por manotear la llave, por lugar con palos, etc, etc le empezamos a decir a modo educativo mientras por dentro con encomendábamos a dios y todos los santos por que no le pasó nada...

Damaduende dijo...

Dosto, que susto!! Que bueno que no le pasó nada. Es un tema la `letricidad. Un poquito que se te salga de control y desatás el monstruo en tu casa.
Mi hermano Manolito cuando tenía un año y monedas agarró la pata de un enchufe y se quedó pegado. Cortaron la corriente a tiempo, pero se quemó la mano y tuvo años de operaciones e injertos de piel, mi alma.
Me alegro mucho de que a tu peti no le haya pasado nada mas que una patada.

zorgin dijo...

quien le dice, mcgyver empezó de alguna manera.
ponga un disyuntor por las dudas