Otra Mente Brillante Arruinada por la Educación

9 may 2012

Zapatos no tan Altos

Iba yo hacía el trabajo, un par de mañanas atrás, y delante mío caminaba una mujer regordeta encaramada sobre un par de zapatos altísimos. Lamentablemente para ella, para mí, y para cualquiera que estuviera en ese instante mirandolá, no tenía ni idea sobre como caminar con ese tipo de zapato, lo cual hacía de todo el ejercicio algo penoso de observar.
Eran unos lindos zapatos, de gamuza, con cordones, en una mujer con mayor talento - ni siquiera voy a decir con mejores piernas, con talento hubiera bastado - la cosa hubiera funcionado como un reloj.
Pero no habría de ser.
Tengo que agradecer que al menos no se cayó redonda - soy malísima para ver bloopers, me dan mucha pena - y si bien venía escorando, logró entrar a la dependencia pública a la que se dirigía sin daños que lamentar.
Este encuentro me llevó a pensar en que necesito zapatos de taco alto y de ahí salté a qué tan alto son en realidad los tacos de los zapatos.Una cosa llevó a la otra, el sr google me abrió la puerta, un link me linkeó a otro, y antes de que me diera cuenta, me encontré en un foro de travestis, donde me contaron algo sobre zapatos que yo no sabía ... Para ser honesta, tampoco era algo en lo que hubiera pensado mucho, pero ahora que lo sé, no puedo evitar pensar que es mi deber compartirlo con el resto del mundo... o al menos con ustedes que leen esto, porque aparentemente los travestis del mundo ya lo saben.
¿Están ustedes sentados?
¿Listos?
Ahí va.

Si uno se sube a un zapato con un taco de diez centímetros, no agrega diez centímetros a su altura, agrega sólo ocho.

¡Lo sé!
¿No es impresionante?

¿Cómo dice Bebilacqua? ¿Que a quién le interesa? Mire, no me haga sacar las fotos de la última fiesta de disfraces del colegio. ¿Eran suyas esas medias de red? ¿Y esas botas? Sí, claro, prestadas. A quién le pidió prestadas unas botas bucaneras número 45 me pregunto yo... ¿Por qué guardo esas fotos? Para momentos como este, Bebilacqua, me extraña que a estas alturas del partido todavía me lo pregunte.
Decía entonces yo, j´accuse, mas bien, que las casas de zapatos del mundo nos vienen engañando desde los albores del taco alto.
Vendría a ser, diciéndolo de manera prolija y como si lo hubiera copiado de otro lado, que la ganancia de altura es la elevacion que se consigue de la elevacion del tobillo, que es menor que la altura del taco. Esto es así por que la altura del taco se mide en la parte posterior del zapato, que esta mas atrás que la articulación del tobillo,  por lo que proyecta mayor altura. O sea que para que la altura del taco fuese igual a la ganancia de altura lograda por la persona, el taco debería estar ubicado  justo en la vertical del eje de la pierna. O sea que para medir diez centímetros más, en realidad hay que subirse a un zanco.


Incluso, y porque yo soy así, servicial, fui y conseguí una foto ilustrativa al respecto - sepan ustedes disculpar el zapato amarillo, yo hubiera preferido algún tipo de sandalia negra, de esas con tiritas sexys a las que uno mira y es un acto reflejo invitarlas a salir, pero ésta era la última foto ilustrativa que quedaba así que no me quedó otra - donde pueden ver el taco engañoso (A), y su verdadero poder elevativo (delta)




El mundo es un lugar triste si uno ya no puede confiar ni siquiera en los propios zapatos. Años pensando que mis botas me subían al metro setenta y cinco cuando la verdad era que apenas si me arrimaban al metro setenta y dos...
Que no, Bebilacqua, que no voy a borrar las fotos. Y no siga insistiendo o las voy a subir a internet y ni siquiera los travestis del foro creo que quieran verlas.

4 may 2012

La Rendición



"... bueno, listo, quedamos así, besote," y corté la comunicación.
"¿Quién era, ma?!
"Para mí, Ro."
"Sí, pero quién."
" Para mí, no seas chusma."
"¡Pero contame!"
"Dejá de ser tan curiosa."
"Pero quiero saber."
"No todo es para que vos lo sepas."
"¿Por qué?"
"Basta, Ro. No podés ser tan curiosa."
"¿Por qué no?"
"¿No escuchaste nunca la frase La Curiosidad Mató al Gato?"
"¿Qué es eso?"
"Una frase."
"¿Cómo es?"
"La curiosidad mató al gato."
"¿Y por qué lo mató?"
"No lo mató... Quiere decir que se metió donde no debía."
"¿Cómo se metió?"
"Metió la nariz donde no era asunto suyo."
"¿Dónde la metió?"
"Es una forma de decir."
"¿Y le arrancó la nariz?"
"No, Ro, no metió nada."
"¿Pero qué era donde metió la nariz?"
"No sé, Ro, una picadora de carne."
"¿Y por qué no la sacó?"
"Porque no la podés sacar."
"¿Por qué no?"
"Porque te arrastra para adentro."
"¿Y picó a todo el gato o sólo la nariz?"
"Era tu tía, Rorro. Era tu tía en el teléfono."